07
Ene
10

Back to the Big City

Una mañana de cualquier día, casi cuatro años después de ocurridos los sucesos de la historia corta de amor sobre un vaquero y un (ahora) amargado provinciano radicado en la ciudad. A este último; en vísperas de cumplir años, vino a su mente una marabunta de reflexiones que hacían un recuento apocalíptico de su vida. Fue extraño, porque de unos meses a la fecha padecía de autismo emocional y apenas se limitaba a fruncir el ceño cuando algo que se supone debía conmoverlo, solo provocaba ataques de risa estúpida o de verborrea incoherente; No supo si fueron los vicios, que últimamente volvieron a ser sus mejores amigos o fue el abandono de las personas que llamó amigos por muchos años y que esta vez, ya no estaban ahí para disfrutar del show, porque se consiguieron una mejor vida alejada de la “toxicidad” que les provocaba…

El caso es que esa mañana algo paso mientras seguía en la cama; al buscar con los ojos cerrados las almohadas que eran su compañía diaria, no encontró ninguna; pensó que tal vez cayeron al suelo mientras dormía o que tal vez también decidieron marcharse para buscar una mejor compañía (una más emocional y menos pasional); así que decidió a abrir los ojos y ahí fue cuando llegó, casi cuál menstruación: la primera crisis de la edad, o tal vez no la primera pero si la más cruda a la que se había enfrentado en años. Ni su infancia efímera, ni su pubertad a destiempo, ni su historia amarga de amor Shakesperiano a la que llegó tarde, ni otra cosa le había causado tan pocas ganas de salir de la cama como esta serie de pensamientos imprecisos que con el paso del día se fueron haciendo más nítidos.

Se desconcertó al darse cuenta que sobre su vida sexual tenía un sinfín de historias, algunas magistrales que podía contar con lujo de sudor y detalle, pero otras pésimas que prefería omitirlas y no volver a mencionarlas ni en sus diálogos mentales. Sin embargo de su vida amorosa, apenas podía contar con una mano las buenas anécdotas y aún así le sobraban dedos; y peor aún, todas esas historias siempre concluyeron con el no muy bien recurrido “No eres tú, soy yo”. Por lo que tantos pensamientos lo fueron llevando a la única persona con la que pudo haber (¿o tuvo?) una historia de amor, memorable y verdadera: El vaquero aquel que perdió por su inconsciencia y estupidez, años atrás.

No lo pensó tanto, tampoco tenía un plan, ni quería revivir la historia pseudo romántica que dejó caducar; solo creyó que era suficiente la energía de arrebato que le quedaba de sus años veinte, para poder hacer una última hazaña antes de acercarse un poco más a los treinta: encontrar a aquel hombre, solicitarle una disculpa y en el remoto caso de que los sentimientos continuaran vigentes, pedirle material para contarle a sus sobrinos-nietos (Esta bien… lanzarse a sus brazos y escuchar de fondo una canción romántica italiana, pues!)

Hechas las maletas, compró un boleto con destino al pequeño lugar donde vivía el cowboy, cruzó varios lugares y no veía ningún indicio de aquel pueblo; llegó a pensar que tal vez solo estuvo en su imaginación y que aquello era la cosa más ridícula y patética que había hecho en años. Aún así, continúo alerta hasta que oscureció y llegó al mentado lugar…

Lo imaginaba diferente, creyó que el vaquero había exagerado cuando le contó que podía recorrer el pueblo caminando un par de horas, que la vida social era casi nula, que estaba perdido en la época colonial y que las horas pasaban muy lentas ahí. En cada una de esas cosas, excepto en lo último, tenía razón.

Y así, aquel amargado; que en dicho lugar se dio cuenta que de provinciano le quedaba muy poco (y de amargado también), pasó su primera noche ahí. Al día siguiente se dio a la tarea de buscarlo, caminó incansable sin encontrar pista, preguntó a varias personas e hizo cosas de las cuales sabía que en un futuro muy cercano; cuando pasara su crisis de la edad, la burla y la auto-crítica no se harían esperar;  de cualquier manera no le importó, continuó la búsqueda hasta encontrar algo que lo llevará a él. Sin embargo, a pesar de ser un pueblo muy pequeño, fue difícil encontrar rastro. Luego, cuando la derrota parecía venir;  encontró a un sujeto que conocía al vaquero, solo mencionó que se marchó del pueblo y aparentemente no dejó ningún dato para localizarlo, solo el nombre del lugar al que partiría…

Apenas le tomó unos minutos pensarlo, creyó que si había viajado hasta ahí, era para que algo bueno sucediera y tal vez aquello estaba en el otro pueblo, así que tomó rumbo y volvió a cruzar varios pueblos hasta llegar al indicado; lamentablemente el lugar era más urbanizado de lo que pensó y fue mucho más difícil la búsqueda. Solo permaneció ahí un par de días, ya sin buscar demasiado. Al menos no en el exterior, ya que la crisis por la que emprendió el viaje se hizo presente otra vez, pero ahora tenía unas almohadas que abrazar que no se habían caído de la cama ni se habían ido a buscar calor a otra parte; eran un simple pedazo de tela que al contacto de su cara y sus brazos, provocaron que fluyera el agua que hace tiempo no pasaba por sus conductos lagrimales.

En aquel momento, por fin recordó el rostro olvidado del vaquero, su mirada transparente, su peculiar acento provinciano, su sonrisa y el calor de su mano mientras caminaban en la ciudad, años atrás. Envuelto en lágrimas, solo sonrió y pensó que era momento de regresar; finalmente se había demostrado que a su corazón todavía le quedaban latidos por latir, que ese autismo emocional que venía arrastrando desde hace meses, era parte de su propio juego para evadir las situaciones sentimentales y para negar que las había vivido.

Al final, compró el boleto de regreso a la ciudad y mientras esperaba su partida, pensó en todo aquello que pudo ser y no fue, en la presencia del supuesto gran amor de su vida que indirectamente supuestamente le impidió estar con él cowboy y otros pensamientos que iban opacando su emotividad. Así que pensó en todas las personas que lo apoyaron durante el viaje y que siguieron la travesía, por lo que concluyó que se quedaría con eso en su corazón y que lo mejor que podía hacer, era reír de la mayúscula idiotez que había cometido al cruzar una parte del país para buscar a un vaquero que ya debería de tener su vida hecha y que poco debía acordarse de él. Y ya instalado en el lado gracioso de la situación, pensó que como no habría final feliz, en el futuro pregonaría (cual película hollywoodense) que en este viaje vino a buscar el amor y lo que encontró fue a sí mismo.

Lamentablemente la sonrisa le duró poco, ya que en las horas de camino a la ciudad; las lágrimas, la culpa y la incertidumbre volvieron a invadirlo. Sin embargo, conforme pasaron los días fue encontrando tranquilidad y el acomodo de sus pasos…

Ya han pasado algunos meses desde aquella travesía, ahora aquel provinciano amargado sigue radicando en la ciudad y ya no es tan amargado; solo es sarcástico a veces y explota muchas otras, pero ha vuelto a creer en él; y aunque algunas veces parece que continúa en fase de autismo emocional, ha regresado de su retiro de aquel mal conocido como amor (que tanto le cuesta pronunciar).

Del vaquero es probable que no se vuelva a saber, tal vez también encontró su camino y no volverá a aparecer, o tal vez regrese en algún momento y quizá el amargado aún continue en aquella ciudad donde todo comenzó…

31
Ago
09

Life goes on..

Fight

“Hay demasiadas razones para seguir peleando como para detenerme ahora. Puedo ver a través de mis lágrimas, puedo hablar aún cuando esté llorando. Sobre todo, porque estoy entero y puedo recoger la carpa de mis ilusiones y cargarla en la espalda como buen caminante. Cuido mi luz, porque todavía tiene mucho que alumbrar, y ya sé que a este invierno también le seguirá la primavera”.

Marta Dillon

Convivir con Virus

23
Jul
09

Brokeback City

Hace algunos años se conocieron en algún bar de mediana categoría dos sujetos que escribirían una breve pero memorable historia de… ¿Amor?

El sujeto No. 1 (al cual llamaremos K) se encontraba con su grupo de amigos; hablando del clima, de posiciones sexuales y del galán que había conocido unas semanas antes y que más adelante se conocería en la trama como “El Gran Amor de Su Vida” (y del cual se hablará en algún otro post).

JMAlgunos minutos más tarde, el sujeto No. 2 (al cual llamaremos M) entró al recinto con un par de amigos algo mayorcitos; un hombre y una mujer que parecían ser pareja (más adelante se supo que eran amantes… pero esto no viene al caso :)). El punto es que M y compañía no parecían ser citadinos; pues aquel sombrero, las botas y el pantalón vaquero dejaban transpirar un aroma a provincia que no era tan común de oler en aquel lugar…

Por azares del destino; cuando K se percató de la ausencia de M, volteó a la mesa vecina con la sonrisa idiota que lo caracterizaba, la mujer madura respondió invitándolo a sentarse para compartir el brindis que los traía a la ciudad: M había roto su compromiso matrimonial unos días atrás.

Más tarde, llego M y fue presentado a K. Mentiría si digo que se detuvieron las agujas del reloj, mucho menos que se escuchó de fondo alguna canción romántica italiana; más bien por algún segundo, K sintió que estaba siendo parte de un reality show de bajo presupuesto o de algún experimento tipo Aldous Huxley.

Acto seguido, la madura y el amante siguieron con su sesión de besos exhibicionistas dejando a los otros de lado, platicando un poco. De ahí vinieron las preguntas, los tragos y las confesiones de un hombre de (casi) 30…

[Tal vez le correspondería a M contar su historia, pero como es posible que no se vuelva a saber de él, he pedido permiso a K para contarla]…

Vivía en un pequeño pueblo en el Estado de Guanajuato, tenía 28 años, era el menor de 5 hermanos y sus padres habían muerto algunos meses atrás. Tenía 6 años de noviazgo con una mujer de esas que casi cualquier hombre quiere: guapa, sumisa, educada en provincia, maestra de preescolar y perfilando para buena ama de casa; era perfecta, de no ser por el pequeño detalle de tener como consanguíneo a un joven confundido y desenfrenado que comenzó una extraña amistad con M, tiempo atrás.

De ahí partió la historia (y la madre a la pobre mujer)…

Tenía soThe_Crying_Girl2lo unos meses que se había fijado la fecha de las nupcias, pero con la muerte de los padres, vinieron muchos pensamientos sobre el futuro, la familia y la relación amorosa con la provinciana joven, pues desde varios meses antes empezó a tener confusión respecto a los sentimientos por el hermano confundido; el cual cada que podía lo incitaba a abrazarse de manera “irrespetuosa” entre cuñados. Por lo que decidió darse un tiempo para determinar qué era lo que sentía por cada uno.

Solo tomó algunas semanas y varias horas de sesiones con un psicoanalista para darse cuenta que en realidad estaba enamorado del hermano y lo que sentía por la joven solo era cariño, por lo que concluyó que el plan de boda eran más bien alentado por los padres; pero ya sin ellos, el significado del mismo era otro: Apariencias y meras apariencias…

Darse cuenta de aquello, fue un shock; pues vivir en un pequeño pueblo y tener el destino trazado por las costumbres familiares no eran precisamente alicientes para aquel descubrimiento sentimental; sin embargo desafió a su gente, a la prometida y al hermano confundido, entonces un buen día con algunos grados de alcohol encima, fue a declarar su amor al joven… La respuesta: negación, rechazo, odio y amenazas de muerte por parte de la familia de la susodicha joven.

Después de aquel viacrucis, decidió seguir con su vida en el mismo pueblo y hacer caso omiso a cualquier comentario que de él se dijera; luego vino la explicación a la ex-prometida, la cual solo asintió diciendo que lo sabía desde antes, pero prefirió seguir con los planes de boda para protegerlo de los comentarios mal intencionados de la gente de aquel viejo pueblo.

Algunas semanas después, su mejor amiga le dijo que era buena idea salir de ahí por unos días y nada mejor que la Ciudad de México para despejar la mente (según la amiga)…

Y así sucedió, de esa forma fue como llego a la vida de K.

K&M¿La historia? Es breve. Después de escuchar estupefacto las vivencias del apuesto joven, K sintió más confianza y empezó a platicar de manera fluida; un par de horas más tarde se ofreció como guía de turistas. Solo fue a despedir a los amigos y decidió pasar la noche de bar en bar, mostrando las maravillas y el “amplio criterio” que abundaba en la ciudad. Después, cuando se acercaba el amanecer se despidió para regresar a casa, dejando teléfono y promesas de mantenerse en contacto; apenas camino unos pasos y M llamo para decirle que lo invitaba a quedarse en su hotel (después se supo que los amigos fungieron el papel de Cupido). K sin pensarlo demasiado, regresó y paso la noche con él… Pero hasta ahí no sucedió nada, ni un beso… No tenía porque suceder (Fuck! Relatando esto, me siento como la anciana del Titanic).

Unas horas más tarde, llego la despedida…

K regresó a casa con muchos sentimientos pensamientos encontrados; dada a su estúpida autoestima pensó que era imposible que alguien así se fijará en él, creyó que solo había sido un sueño y que nunca volvería a verlo; además unas semanas antes acababa de conocer a la persona “perfecta” y algo le decía que con él viviría la historia de amor más hermosa (Ajá si, como no!)

Entre aquellos pensamientos, lo despertó una llamada; era M diciendo que sus amigos se habían marchado y que decidió quedarse un par de días más para que el juego del “Guía de Turistas” continuara. K no podía creerlo, sintió emoción y correspondencia a un sentimiento (¿?), por primera vez…

Solo llego a casa a bañarse y ponerse “guapo”. Un par de horas más tarde, cuando estaba por llegar al punto de encuentro; notó a lo lejos la silueta del cowboy y le sonrío, al llegar a él; este simplemente lo abrazó y lo besó (En esta escena fue donde se escuchó la canción romántica italiana).

K&MloveEl público circundante se quedó absorto por un momento, a K y M les importó poco y caminaron por horas tomados de la mano; visitaron alguno que otro lugar, fueron a comer y al final llego la hora de ir a descansar para ver más tarde a los amigos de K (a aquellos que dejo la noche anterior como espectadores del inicio de Brokeback City).

Lo que sucedió en aquella recamara del hotel, no tendría caso contarlo. El hecho es que K por primera vez sintió que sus fracasos amorosos anteriores ya no tenían peso y dejo llevarse por la emoción y los besos de aquel joven que parecía que nunca en su vida había besado a alguien (después se supo que la novia nunca entregó el «tesorito» porque era una promesa para la noche de bodas; por eso mismo, la inexperiencia de M).

Así paso un día más hasta que llego el momento de despedirse, todo concluyó con un último e interminable beso y con la promesa de seguirse viendo.

Es cierto que la experiencia de K respecto al amor era casi nula, pero lamentablemente se portó como un verdadero patán, pues algunos días después comenzó a salir con el flamante y futuro “Gran Amor de su Vida”, por lo que fue haciendo a un lado lo que empezaba a sentir por M, poniendo como pretexto la distancia que los separaba.

Algunos meses más tarde, M llamó a K para decirle que aquel fin de semana volvería a la ciudad y que ya tenía un plan para que pudieran estar juntos: mudarse a la capital y buscar una nueva vida por aquí. K como buen idiota, inventó que tendría los días ocupados y en efecto, ese fin de semana se quedaría en la casa del otro y por fin le declararía su amor…

MM siguió buscando a K por algunos meses más, al no ver respuesta dejó de insistir. K siguió con su historia falsa de amor Shakesperiano hasta que un día se dio cuenta que era solo eso, una farsa. Luego vinieron las lágrimas, posteriormente el desenfreno “justificado” por la decepción; más tarde, la ruina y la indiferencia hacía todo y todos.

Ahora K vive retirado de aquellos males conocidos como amor; algunas veces, cuando cae en cuenta de lo que llego a sentir en apenas 3 días, le da por querer tomar las maletas e ir en busca del cowboy; otras, prefiere no saber si en verdad aquello era amor y decíde dejarlo como un buen recuerdo que algún día le contará a sus sobrinos-nietos.

De M no se supo más, tal vez murió en manos del progenitor de la joven provinciana, o tal vez fue obligado a casarse y ahora tiene una familia «feliz» acompañada de algunos engendritos a los que deben de vestir como el hermoso padre.

O quizá encontró a alguien que en verdad supo corresponderlo y es feliz en alguna parte de la república o en su mismo pueblo; tal vez, nunca se sabrá…

05
Jul
09

Yo no soy ese que tú crees…

tiny_weddingMe encuentro en la edad en la que casi todos mis contemporáneos, familiares y amigos me invitan a sus bodas, me envían foto de su(s) engendro(s), me cuentan en una llamada a media noche de lo exitosas que son sus vidas amorosas, me cancelan citas porque están demasiado ocupados atendiendo a su “pareja estable” (en turno) o peor aún, algunos han optado por dejar de tener contacto conmigo. ¿La razón? Sencillamente porque:

  • No le caigo bien a su adorno social (Es que no se cómo decirles, lo siento… bueno no lo siento, para que me hago). Ó…
  • Ya no hay tiempo para mí porque… “Yo siempre estaré ahí y el gran amor solo sucede una vez en la vida” (Y diantres!.. se los dije yo). Ó…
  • Porque soy una mala-influencia con mis comentarios amargos y poco empatizantes respecto a permanecer subyugado a otra persona (Si, subyugado… les guste o no). Ó…
  • Porque soy una amenaza destruye-hogares, quita-novi@s, agua-fiestas o sabotea-planes de vida. Ó…

Porque la manera en la que conduzco mi vida no es la mejor y con mis acciones termino por incitar al pecado, la infidelidad, el uso de sustancias y a la frenética vida nocturna, además de que soy… básicamente superficial (Según el adorno social de un amig@)

Y así podría enumerar cientos de razones y pretextos dados por algunos de los sujetos que mencioné al principio… Porque son tan buenos amigos que no lo dicen y si lo dicen lo maquillan, para que no me sienta mal ni salgan a flote mis tendencias fóbico-homicidas contra sus amores…

Sin embargo, sólo quiero aclarar algunos puntos…

LoveSucksSé que en algún momento dije que estar enamorado idiotizado, era una de las cosas más sublimes que pueden sucederte y que cualquier cosa que se “sacrificara” o se hiciera por “amor” era mejor que quedarse con la maldición que rondaba nuestro círculo de amistades: la de permanecer como vieja solterona empedernida (mas por peda que por nida).

Pero vamos… como si no me conocieran; algunas de ésas cosas las dije bajo los efectos del alcohol o sensibilizado por sus (y mis) lágrimas lastimeras por haber perdido a un amor o por la falta de encontrarlo. Pero saben que en el fondo pensaba que la psicología inversa funcionaba para ustedes nosotros. Luego entonces, entenderán mi decepción de abrir los ojos y darme cuenta que son igual a todos. Si, a todos los que quieren una casa bonita en un «conjunto familiar», un gran Romeo o una gran Julieta, unos engendros hermosos (pero insoportables) y en el mejor de los casos un perro, y si es de raza pequeña mejor ¿cierto?

Tampoco soy nada de lo que sus «dueñ@s» dicen o piensan que soy; mis comentarios sobre Cupido y las relaciones amorosas no son precisamente amargados; es distinto ser ácido y poco dulce a veces, pero es una pena que para los que no quisieron conocerme, nunca lo sabrán y lo más preocupante es que ustedes; la gente que realmente me “co-no-ce”, comience a creer esas patrañas… Y aunque lo nieguen, saben que es cierto; me lo dicen con sus actitudes cada que nos volvemos a ver y ya tienen una nueva cara de desagrado que ponerme respecto a lo que diga o haga.

angrybabyMucho menos soy destruye-hogares, quita-novi@s y sabotea-planes de vida… De agua-fiestas he de confesar que si tengo un poco, pero ya saben que es una condición heredada y enseñada de generación en generación en mi familia y lo hago sin querer, como todas aquellas cosas crudas que me han hecho decirles.

Así que es preciso aclarar que no tengo la mínima intención de destruir su linda familia; de hecho a quienes si tienen o esperan mocosos saben que los niños me matan aunque me haga el amargado y diga que no, y que sus engendritos son mis sobrinos (y ya los quiero). Tampoco pretendo bajarles a sus novi@s porque aunque algunos de ellos me caen excelente y bien podría ser su amigo, ya saben que pienso que pudieron encontrar algo mejor en un mercado de artículos de segunda mano y a mucho menor precio (Jajaja.. no se enojen, yo les he permitido críticas en el pasado sobre mis “flamantes” amores).

Por otro lado, y esto es para sus “adornitos sociales incómodos”…

Con mi forma de «conducir mi vida» yo no incito a nadie a hacer ni madre, tampoco a uLOVEorsomethingtilizar sustancias o realizar actividades maritalmente prohibidas; y si lo hiciera sin duda fallaría, porque sus subyugados están bien controlados, los aman y nunca sabotearían su relación, como yo lo he hecho de manera magistral en el pasado.

Y por último, creo que es pertinente decir que muchas veces en las que a ustedes han estado al borde de mandarl@s al diablo por descubrir que solo son “normales”, yo he estado ahí mordiéndome el labio para no decir lo que veo desde fuera. Y a mi pesar, he tenido que hablar bien de ustedes, de buscarles cualidades y de decir que su “amor” parece genuino. También he tenido que hacerme a un lado por sus celos estúpidos e ilógicos contra mí o por los mitos inventados respecto a mi vida sexual.

Y para mis contemporáneos, familiares y amigos…

Ya saben que mi vida es un teatro mal montado y que muchas veces digo cosas que no quieren escuchar, que soy arrebatado y determinante con mi (ahora) situación de solterón amargado, que a veces quiero volver a vivir la vida y excederme sin llevar ningún adorno social a cuestas, que me hace falta su complicidad más que sus miradas dictadoras y poco apoyo recibido. Que a veces también requiero ser escuchado, y que el hecho de permanecer sólo ,no quiere decir que no me guste ver que ustedes encontraron a alguien que los hace felices (en la medida de sus necesidades). Pero sobre todo, quiero reiterarles que siempre voy a estar ahí cuando el “Cuento de Hadas” termine; pero respecto a que las cosas sean como antes no prometo nada, habría muchas lagunas emocionales ahí dentro y ya saben que nunca fui bueno en el colegio con las conjunciones gramaticales.

26
Jun
09

Back to the 80’s

80sSi  los  años  maravillosos   me   hubiesen   ocurrido   en   los  ochentas seguramente sería lo que quedó de un hippie chupa-flores, iría a marchar con una escasa comitiva con pancartas reclamando cosas tontas que ya estarían caducadas, pero lo haría por la nostalgia de aquellos años apenas vividos y por la primera crisis de la edad a la que me enfrentaría en mi joven existencia.

Un par de años más tarde seguramente ya habría olvidado los pantalones acampanados, la campera de gamuza, las camisas nacaradas de terlenka y los collarcitos de metal simbolizando paz y amor. Ya habría olvidado aquel repudio a la vida hueca y plastificada de los setenteros desenfrenados, y es muy probable que me encontrara ejercitándome con un video de aerobics de la gran Bo Derek, admirando sus trencitas y su bronceado naranja natural (ya que las cámaras de bronceado apenas estarían siendo gestadas) y escuchando en el Walkman a Pat Benatar, Culture Club, The Outfield, Cindy Lauper, Abba y por supuesto a Michael Jackson (cuando todavía era negro).

thrillerMe teñiría el cabello de rubio peróxido, me compraría unos leggings de piel, un abrigo aparatoso imitación “exótico” y mandaría a hacerme un cinturón de metal con mis iníciales (ya que sería el último grito de la moda y no concebiría una salida en viernes sin él); Ya en la pista de baile movería mi cuerpo al ritmo de Madonna, Irene Cara, Kim Carnes, Bananarama y Donna Summers. Otro día visitaría otra “disco” y llevaría los jeans ajustados con la chamarra negra de estoperoles y las botas de minero (para ligarme a los malos jaja). Al terminar el gran evento seguro me iría a abrazar a mis amigos para cantar todos juntos “The Flame” de Cheap Trick, no sin antes gritar a todo pulmón nuestro Guilty Pleasure de aquellos tiempos: “Hombres al borde de un ataque de celos” de la gran Yuri y discutiendo si en verdad era la Madonna mexicana.

Madonna-ochentasA estas alturas es seguro que mi consumo de pasto ya habría sido sustituido por la moda de estupefacientes sintéticos, inyectados, fumados, inhalados, masticados y untados. Luego los domingos de resaca y con la decepción de no alcanzar ticket para “Ghostbusters” o “Las Brujas de Eastwick”; me iría al videocentro más cercano a rentar Cleopatra, dado a que las opciones en TV serían infomerciales de fajas mounstruosas y  repeticiones de “Papá Soltero” y “Nosotros los Gómez” y de manera lamentable no tendría el canal donde transmitían “Miami Vice” y “MacGyver” ni la repetición de “Los Ángeles de Charlie” con mi gran Farrah Fawcett. Por lo que al terminar la película, tendría que cambiarle inevitablemente al canal de las estrellas para ver “Siempre en Domingo” (porque dijeron que Yuri esta vez sí cantaría “Osito Panda”… Diablos!).Farrah

Mis actividades secretas incluirían ver cada mañana a “Jossie y las Gatimelódicas”, “Odisea Burbujas”, “Mazinger Z”, “Thundercats”, “Meteoro”, “La Abeja Maya”, “Tiroloco McGraw”, “Don Gato”; Y por supuesto sin dejar de largo la media hora de ojos vidriosos temblando con “Candy Candy”. Por las tardes, después de llegar de trabajo y ver un ratito a Lolita Ayala en el noticiero, esperaría por ver de reojo aquellas telenovelitas exitosas como lo fueron “Cristal” y “Topacio”. Sin imaginar, que desde entonces ya empezaría a copiar el histrionismo de Lupita Ferrer para utilizarlo los viernes en “casos necesarios” y con el alcohol trepado.

Por supuesto no me perdería los conciertos de Timbiriche, Menudo,  y Flans, me sabría la coreografía de “Vogue” para los sábados de clandestinidad en la calle de Florencia (solo que nadie lo sabría por aquello de las agresiones y la falta de tolerancia Jaja); vería a las Twisted Sisters, Prince y a Madness en MTV, escucharía la radio cada día, exceptuando  a la TropiQ (Cómo podría escuchar eso? no no!). Y por supuesto; a pesar de no ser fan del soccer, seguro estaría apoyando a nuestra sconverseelección en el gran mundial de futbol México ’86, inventando con otros miles la ola mexicana en el Estadio Azteca, por supuesto alabando al goleador Miguel Negrete, admirando a Maradona y por supuesto gritándole Bitch! a la Chica Chiquitibum, más por envidia que por otra cosa.

Algunos años más tarde y acercándose el ocaso de aquella época, diría que jamás escuché a Yuri ni a Timbiriche; diría que nunca probé estupefacientes ni aguas locas, que nunca me gusto la tal Madonna y que no sé bailar “thriller” de Michael Jackson y por supuesto que no tengo un pantalón de cebra, ni unos Converse desgastados, ni un cinturón de metal con mis iníciales en el clóset. Pero en el fondo sabría que nunca volvería a vivir años como aquellos y que siempre los tendría en el corazón; porque a pesar de ser llamada “La década de la crisis”, fue sin duda una de las mejores décadas a las que se enfrentó la humanidad y que jamás volverá, a menos claro; que hagamos de los dosmil los nuevos ochentas, y podríamos empezar de esta manera…

19
Jun
09

Y el saludable punto medio?

BuenoMaloSi  hace   calor   porque  te  desespera,  si  hace  frio porque te enfermas, si llueve porque te mojas, si doblas a la izquierda era a la derecha, si era de etiqueta vas en chanclas, si era casual vas de perlas, si estas contento eres idiota, si te deprimes eres débil, si engordas no te quieres, si adelgazas seguro tienes anorexia, si sonríes eres retrasado, si te portas serio eres amargado,  si buscas amor solo buscan sexo, si solo quieres sexo quieren  boda, papel y festín.

Si haces bien las cosas nadie se da cuenta, si cometes un error se cae la bolsa, tiembla y arde Roma. Si tienes esperanzas eres iluso, si eres realista aguafiestas serás, si te buscan porque te agobian, si te dejan en paz porque no te quieren, si son sinceros porque son crueles, si son hipócritas porque son mentirosos, si dices lo que piensas porque eres psicópata, si te callas porque eres hermético, si sales por las noches eres inmaduro, si te quedas en casa estas envejeciendo. Si le llamas eres rogón, si no lo haces eres abandonador, si eres respondón eres inconforme, si no te defiendes eres imbécil, si eres amable eres “lameculos”, si te limitas a hacer tu trabajo eres antisocial, si bromeas eres infantil, si guardas compostura eres amargado, si te ilusionas  eres idiota, si solo eres “práctico” eres una perra, si los consuelas no dices lo que quieren escuchar, si los dejas llorando eres mal amigo, si te enamoras te ven la cara de pendejo, si les ves la cara de pendejo lo pagas y con creces.

El asunto es no estar a gusto con nada ni con nadie, el asunto es no encontrar por ningún lado el saludable punto medio y enfermar de tibieza, apatía e indiferencia. Hasta que un buen día te sucederá una idiotez que todo lo cambiará y llegaras a casa con una sonrisa dibujada en el rostro, más por dejadez que por satisfacción; pero ahora todo tendrá un nuevo significado.

04
Jun
09

Pay Attention!

cojemos

27
May
09

Adiós Güero…

Fue en una  tarde de  junio de hace varios años  cuando llegó a  la familia  un  nuevo integrante; recuerdo  que era muy pequeño, tendría algunas semanas de vida y apenas podía abrir los ojos. Poco a poco fue creciendo, trayendo consigo una alegría distinta a la que conocíamos en casa.

Podría escribir mil cosas sobre él; sobre sus ruidos extraños, sus carcajadas y sus palabrotas, sobre cada canción que aprendió y la ocurrencia de cantar a altas horas de la noche, sobre su manía por destruir los lápices de madera y su afición por comer pollo, zanahorias, queso y jalapeños; sobre su adicción a la cafeína y los baños con agua fría, o sobre las veces cayó al piso por quedarse muy dormido; también podría contar sobre sus celos con los niños y su facilidad para imitar cualquier sonido, desde el llanto de un bebé hasta los ladridos de un canino . Podría escribir sobre cada uno de los momentos que me regaló a través de estos años y no podría terminar…

Desde pequeño siempre quise tener un perro porque la mayoría de los niños tenían uno, pero nunca entendí porque podían amar tanto a una mascota y ponerse tan mal cuando se marchaba. Aunque nunca tuve un perro, hace casi quince años llego a casa un ser que llenó de alegría y buenos momentos mi vida; fue parte de mi familia y me enseñó a comprender que los sentimientos no tienen límite a pesar de las especies.

Es cierto que a la última persona a quien recurría para obtener cariño era yo; que sólo me buscaba cuando nadie más estaba en casa para consentirlo, también es cierto que en los últimos años pasé muy poco tiempo con él. Pero nunca contemplé la  idea de no verlo más, porque sabía que su especie era longeva y todavía tenía muchos años por vivir; sin embargo hace un par de días me dieron la noticia de su partida y solo asentí como si lo aceptara; la verdad es que mis ojos han soltado algunas lágrimas y ha quedado un profundo vacío en mi corazón, me cuesta aceptar que se ha ido y que cuando vaya a casa no estará para recibirme con sus canciones ni sus risas, ni con la cabecita agachada en su clásico mood de: “Hazme piojito”…

Te voy a extrañar Güero…

Guero

Coke «El Güero» Kiddo

(1994-2009)

22
May
09

De la pubertad y otros demonios

Angry_BoySiempre llego tarde a todo o las cosas me llegan después de  lo  que deben, también sucedió con la pubertad; Desde pequeño trataba de rodearme de personas de mayor edad y me agradaba ser como ellos (maduro, según yo). Es por eso que cuándo debería llegarme la “Edad de la punzada” seguramente estaba pensando en alguna fantasía asexual, planeando mi futuro encantador en el mundo de los adultos o criticando lo ruidosos y mal encarados que pueden llegar a ser los púberes.

Por eso mismo, fue desconcertante que después de ser la persona sagaz y responsable de la cual presumían mis padres, hace cinco años empezara una serie de eventos desafortunados que debió ocurrir tiempo antes, cuando tenía la edad adecuada para hacer idioteces…

Sin previo aviso, me invadió esa lucha de personalidades opuestas que te hacen explotar contra todo y todos; también llegó la cascada de hormonas, la confusión sexual, la primera vez, la obstinación, la dejadez, el amor y el desamor, las subidas y bajadas, la irresponsabilidad y toda la clase de tonterías que normalmente se hacen antes de llegar a los veinte.

Me revelé, grité y recité a mis padres cada una de las cosas con las que estaba inconforme y todas las que no pensaba hacer para tenerlos contentos. Falté semanas enteras a la universidad, porque necesitaba tiempo para recrearme y ser “alternativo” (jaja como no!). Tuve algunas citas, me enamoré, me rompieron el corazón un par de veces; después empecé a cuidar mi aspecto físico, perdí muchos kilos y vestí un atuendo distinto para mostrarles “de lo que se habían perdido” (que loser, jaja). Luego conocí al “gran amor de mi vida” y lo viví como debe de ser (de haber sido púber): irracional, desmedido, a toda hormona, pasión y tragedia. Luego, con el fin de ese amor y la música de fondo a todo estridor; llegó la fiesta, el desenfreno, las noches llenas de alcohol hasta perderse “pa’ olvidar”, las sustancias prohibidas, los extraños, el mucho sexo y los excesos.

Todo dejó de ser divertido cuando los demonios y consecuencias del pasado apenas construido, empezaron a dar pasos en la azotea. Me dije que tendría que equilibrar la responsabilidad con el desmadre; y así sucedió, la fiesta no volvió a interferir con mis asuntos escolares, la furia ilógica y tonta contra mis padres se fue esfumando, logré salvGlamourar la carrera y concluirla casi con honores. Tiempo después, volví a tener una cita “decente” e inicié una relación estable con quien viví cosas extraordinarias; hasta que también le llego la PUBERTARDE y de esa forma, le dio el tiro de gracia a mi “Yo Rehab No. 1”. Volvió la decepción y me hizo coquetear con el desenfreno por unos instantes otra vez (puro pretexto); pero tantos desvelos, frustraciones y fracasos amorosos mezclados con grandes cantidades de alcohol, dieron como resultado un retrato grotesco y mal dibujado de mí: golpeado, decadente, derrotado, mala-copa y algo grandecito para semejantes ridículos (como diría mi madre).

Han pasado casi diez meses desde que el viacrucis terminó; He pedido disculpas a quien tenía que hacerlo, he vuelto a salir a tomar el cafecito, he disfrutado de la vida nocturna sin beber demasiado, he dejado de fumar como idiota, estoy haciendo ejercicio y trato de reparar los estragos del exceso. Y aunque sentimentalmente pienso que estar solo es lo mejor que sé hacer, me he dado la oportunidad de volver a sentir “cosas lindas” por alguien y saber que aún tengo esa capacidad, a pesar de todo.

Ahora que la tormenta pasó, me siento tranquilo de haber concluido con mi pubertad a destiempo; creo que está bien hacer cosas estúpidas de vez en cuando, pero no me gusta la idea de permanecer toda la vida cagándola, no me imagino andar haciendo todos aquellos desfiguros con las canas, la flacidez y las arrugas a cuestas… Espero que no.

18
May
09

Infarto

Dicen que su corazón se detuvo una tarde de domingo cuando lo vio partir, algunos dicen que se detuvo años más tarde, cuando sus miradas se encontraron entre la multitud y sin mencionar palabra, ambos siguieron su camino; otros dicen que se detuvo en aquel momento en que lo conoció…

La verdad es que se detuvo algún tiempo después, cuando volvió a encontrarlo y a pesar de la espera, no pudo acercarse y decirle todo lo que sentía, porque su mirada tenía una luz distinta que pertenecía a alguien más; por eso decidió cerrar el capítulo y darle fin a la historia. Y mientras los latidos se perdían entre la gente, iban con ellos los sueños de un amor que nunca pudo ser y las caricias que nunca más podría darle. De pronto comenzaron a pasar por su mente los momentos que compartieron y todas aquellas noches inundadas en lágrimas que paso extrañándolo.

Sin más, se escuchó el último latido y perdió el sentido, la razón, la vida; nunca más volvería a pensar en él, nunca más buscaría los porqués, nunca más volvería a llorar… Porque era necesario detener su latir para dejar de sufrir y despertar a otra vida, ya sin él.




abril 2024
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